¡Si es que no somos nadie! Dentro de poco pasaremos a ser enclenques estructuras de hueso y carne para ser lo que de verdad nos hará fuertes, esqueletos de metal robotizados. Por ahora no pasa de ser un prototipo de exoesqueleto bastante bien diseñado y con unos movimientos increíblemente suaves que dejan a algunos robots de última generación por los suelos.
El “culpable” de este invento es una empresa llamada Sarcos, que desarolla este exoesqueleto con motivos militares, es decir, equipar en un futuro a los soldados con estos exoesqueletos para darles mayor fuerza y que no se cansen en el capo de batalla. El modelo final que planean hacer es bastante más ligero con baterías recargables y claro, blindado para proteger a los soldados.
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